Un estudio reciente publicado en Nature revela la importancia de los bosques tropicales degradados para la conservación de la biodiversidad. Los investigadores examinaron bosques en Sabah, Malasia, analizando cómo diferentes niveles de tala impactan la fauna y las especies de plantas. Descubrieron que incluso los bosques talados, que muchos podrían considerar inútiles, todavía tienen un valor significativo para la conservación.
El estudio identifica dos umbrales clave para la conservación. Primero, los bosques que han perdido menos del 30% de su biomasa debido a la tala mantienen un alto nivel de biodiversidad. Estos bosques de bajo impacto pueden recuperar sus niveles originales de biodiversidad si se les da la oportunidad de regenerarse de manera natural. Esto significa que proteger estas áreas puede ser una estrategia de conservación proactiva, previniendo más daños y permitiendo que el ecosistema se recupere por sí mismo.
Por otro lado, los bosques que han perdido más del 68% de su biomasa están severamente degradados y requieren esfuerzos de conservación más intensivos para restaurar su biodiversidad. Estas áreas pueden necesitar intervenciones activas como plantar árboles o controlar especies invasoras para ayudarles a recuperarse. Este tipo de conservación es reactiva, con el objetivo de revertir el daño ya causado y recuperar especies y funciones del ecosistema perdidas.
Los hallazgos resaltan que, si bien los bosques primarios e intocados son irreemplazables, los bosques talados no deben ser desestimados. Aún proporcionan hábitats críticos para muchas especies y pueden desempeñar un papel vital en esfuerzos de conservación más amplios. Al establecer umbrales claros, este estudio ofrece una guía práctica para priorizar acciones de conservación, ayudando a equilibrar las necesidades de uso de recursos y la protección de la biodiversidad.